Esta película puede ayudar a comprender mejor el proceso que siguió a la reforma anglicana emprendida por Enrique VIII Tudor. Se centra en la figura de la reina Isabel I, hija de Enrique y Ana Bolena, que subió al trono después de los reinados de su medio hermano Eduardo VI y de María Tudor (hija de Enrique y Catalina de Aragón), apodada María la "Sanguinaria" por la cantidad de ejecuciones que ordenó en su lucha por la restauración del catolicismo en Inglaterra.
La película, además de estar magníficamente ambientada, nos presenta una figura impresionante como mujer y como monarca. La visión que se aporta de nuestro país es, lamentablemente, quizás un poco maniquea ya que se hace parecer a Felipe II un fanático casi desequilibrado, y el conjunto de personajes españoles tiene un aire de oscuridad y de falta de sensatez que no creo que sea del todo acertado.
En fin, es una buena película y espero que os guste.
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